CAMBIARSE A SI MISMO
PARA CAMBIAR EL MUNDO
OTRA MIRADA A LA DEMENCIA
Y A LA PRESERVACIÓN DE LA JUVENTUD
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a- limitarlos
En cierto sentido, aparte de nuestros hábitos y obligaciones,
y de ciertas elecciones importantes de vida, la vida nos llevará
a vivir casi todo al azar o en la repetición de lo que siempre
hemos hecho. E aunque si en general es bueno seguir la corriente sin demasiada
resistencia a lo que la vida nos trae, es importante hacerlo en consciencia.
Nuestras elecciones de vida importantes son relativamente raras: profesión,
pareja, amistades, vivienda, ocio, vacaciones.
Por otro lado, nuestra vida diaria puede ser la fuente de elecciones continuas
si dejamos de confiar sistemáticamente en nuestros hábitos
e en influencias externas. Y es en este nivel que tenemos la oportunidad
de volver al presente y de educar nuestros pensamientos.
Cuando estas elecciones se hacen por medio del condicionamiento, por hábito o por facilidad, por obediencia o para ajustarse (a menudo inconscientemente) a una presión social, o cuando algunas de estas elecciones no nos convienen o ya no más; y que seguimos precipitándonos con los ojos cerrados, a veces quejándonos o poniendo la raíz de nuestros problemas sobre los otros, en lugar de reorientar nuestras elecciones; ya estamos preparando el terreno para una disminución en el control de los eventos, una disminución de presencia, una disminución de memoria, una disminución de consciencia, una disminución de autonomía mental.
Y de todas estas elecciones, los que más influirán en el proceso están relacionadas con nuestra gestión del tiempo: establecer prioridades, para que nunca nos dejamos sobrepasado (o lo menos posible) por todo lo que emprendamos o por lo que nos vemos obligados a hacer. Si no conseguimos manejar nuestro tiempo de tal manera que conservemos alguna forma de serenidad, seguramente no tendremos la posibilidad de volver al presente y de conseguir a hacer elecciones conscientes. Y por el contrario, estar inactivo consiste en no tener suficientes estímulos para nuestro cerebro. Entonces, es un equilibrio justo el que debemos tratar de alcanzar. Y esto es aún más importante, en estos días, ya que estamos viviendo cada vez más conectados al mundo externo de una manera virtual, y esto nos desconecta de nosotros mismos.
b- cambiar hábitos - aprender a salir de nuestra zona de confort
No podemos vivir sin rutina, sin hábitos. Pero es esencial, para
mantener nuestra aptitud mental, cambiarlos regularmente. Por supuesto,
algunas rutinas no pueden ser realmente abandonadas. Una vez que sabemos
conducir un coche, todas las rutinas de conducción se mantienen
buenas, incluso cuando la voluntad disminuye.
Por otro lado, la forma de manejar nuestra vida cotidiana se puede modificar
casi a voluntad. Nuestros horarios, el orden de nuestras actividades,
el detalle de su contenido, la velocidad a la que actuamos, las palabras
que elegimos expresarnos, la forma en que escribimos, lo que comemos,
la ropa que usamos, los caminos que tomamos para desplazarnos, nuestra
postura corporal, lo que miramos, los programas que usamos en la tablet,
el ordenador o el smartphone, ... Y eso sin tener cuenta de las innovaciones
o de los cambios que podemos aportar en la elección de nuestras
actividades, nuestros lugares de vacaciones, nuestros centros de interés,
nuestros aprendizajes, nuestras relaciones y conocidos, etc.
Todo, todo debe poder ser cuestionado. Todo, todo debe poder ser cambiado (o casi). La fidelidad a ciertas cosas y relaciones es esencial, pero la mayoría de nuestras actitudes, comportamientos y actividades en nuestra vida pueden fluctuar con el tiempo, incluso nuestros gustos y referencias culturales, incluso nuestras creencias.
En cierto sentido, la idea sería intentar nunca perder el gusto para salir de nuestra zona de confort, tanto psíquica como material.
Aquí hay algunas actitudes mentales que se pueden privilegiar: autodisciplina, curiosidad, escuchar (en el sentido de dar más espacio al otro que a uno mismo en el diálogo), el gusto por aprender.
Al contrario, aquí son algunas de las tendencias a evitar: pereza intelectual y pereza en general (ya no forzarse demasiado, para no desmotivarse o para no estar disgustado con nuestras acciones), inacción duradera (si no nos está impuesta por factores externos o de salud), sumisión (mantener la mayor autonomía mental posible, incluso cuando uno está sometidos a una autoridad, o dependiente), comportamientos hogareños (caseros), comportamientos de desinterés.
Creo que las personas que viven cambios regulares e importantes en la vida tienen ventajas cuando envejecen, siempre que estos cambios no se viven de manera traumática. Porque, como hemos visto, el estrés y los traumas son los enemigos de una buena gestión mental.
Concretamente este puede tomar las siguientes formas, por ejemplo:
mudarse regularmente - al menos mover los muebles dentro de casa - viajar,
practicar diferentes idiomas, leer mucho, estudiar, dormir regularmente
en otro lugar y en lugares nuevos, cambiar de trabajo regularmente (no
necesariamente cambiar de profesión) y vivir una vida intelectualmente
estimulante: todos estos factores podrían, por esencia, ser factores
que permiten evitar enfermedades de la memoria, siempre que se viven de
forma voluntaria (ya sean nuestras elecciones o si las aceptamos como
tales si se nos impusieran), y siempre que están bien manejados.
Porque, si estamos sobrepasados por todos esos cambios, podrían
acelerar el proceso de envejecimiento de nuestro mente.
Aprender o volver a aprender a ser desafiados en nuestros hábitos, a seguir el flujo de les eventos en lugar de forzarnos a seguir el programa a pesar de los imprevistos. De hecho, amar improvisar, amar las novedades y buscar las.
Para aquellos que están llegando a la edad de jubilación, aprovechen este cambio para hacer cosas nuevas, evitando al mismo las rutinas, pero sin forzarse. No vayas más allá de tus límites de inseguridad, de lo contrario harás el movimiento inverso de encerrarte por reacción para protegerte de haber ido demasiado lejos.
Creo que debemos ser capaces de mantener lo mejor de nuestros hábitos, pero creo que es más importante cambiar los hábitos lo más a menudo posible, y poder adoptar nuevos buenos hábitos que puedan reemplazar a otros que ya eran buenos. La elección de innovación o cambio debe realizarse varias veces al día en relación con nuestras más pequeñas acciones y decisiones .
Volver más a menudo al momento presente nos permite reconectarnos con nuestra consciencia, con nuestra voluntad, con nuestra posibilidad de tomar decisiones reales (no automáticas, no dictadas por el programa de nuestros pensamientos), y conectarnos al todo, a algo trascendente, ya sea que tengamos creencias en este sentido. Puede sonar aburrido al principio y, sin embargo, es la única forma de tener una cita con nosotros mismos. Mientras más podamos vivir estos momentos de presencia, más tiempo permaneceremos en control de la nave de nuestra vida.
Esto también implica liberarse de nuestras adicciones. Estas no
son solo nuestros hábitos, sino que tienen además el poder
de obligarnos a actuar en contra de nuestros deseos y necesidades reales.
Esto parece obvio de entender para el alcohol y cualquier sustancia que
altere el nivel de consciencia, pero hay muchas otras adicciones, para
algunos, menos visibles y aún dañinas, como el cigarrillo,
adicciones a la comida (café, necesidad de picar, comer dulce ,
..) sexo o incluso simplemente la necesidad de seducir, las compras o
el consumo en exceso, o cualquier otros pequeños placeres que se
ofrecen diariamente y por los que ya no logramos deshacernos de ellos.
Y, sobre todo, todo lo que nos conecta virtualmente a los demás,
todo lo que nos da un pseudo reconocimiento, todo lo que nos inunda de
superficialidad, todo eso despierta nuestras curiosidades morbosas o nuestros
impulsos, y eso a través de nuestros aparatos conectados: computadoras
o tablets, teléfono móvil o smartphone, televisión,
....
Todos esos programas, juegos, transmisiones, redes sociales, ... que saquean
nuestro tiempo y sobre todo nuestro cerebro, y que imperceptiblemente
toman cada vez más espacio en nuestra vida, y terminan impidiéndonos
dedicarnos a lo que nos importa mas, e incluso simplemente nos impide
tomar el tiempo para hacer un balance de lo que es la prioridad en nuestras
vidas.
Rem: los videojuegos, por ejemplo, están diseñados, por
la mayoría, con el único propósito de crear adicción.
Cuando se ha creado, hacemos clic automáticamente para reiniciar
una nueva partida, apenas que el anterior acaba terminar, sin siquiera
estar consciente nuestro deseo o no, de continuar; este automatismo no
siendo ajeno a la adicción.
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OTRA MIRADA A LA DEMENCIA
Y A LA PRESERVACIÓN
DE LA JUVENTUD
C) Los enemigos de la juventud mental
1) Los Automatismos y
la ausencia de cambios
2) Una memorización
anárquica
3) El estrés
4) Las emociones negativas
5) La sumisión y la
dependencia
6) Las Adicciones
7) El aislamiento o la falta
de actividad
8) La ausencia de proyectos
humanos
9) La falta de voluntad, de
autodisciplina
10) La crítica omnipresente
11) Ciertos problemas o enfermedades
mentales
12) La máscara
1) Actuar sobre el pensamiento
2) Actuar sobre la memoria
3) Necesidad de actuar antes
del inicio de los síntomas
1) El estado de la salud física
2) Hacer trabajar la memoria
3) Hábitos
4) ampliar los intereses
5) La organización
de nuestros pensamientos
6) Meditación
7) Cultivar la duda
8) Curar las heridas emocionales
9) Manejar sin necesidad de
tener control sobre todo
10) Apertura del corazón
G) Entender mejor a nuestros mayores
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